Diana Leiva Salazar

Diana Leiva Salazar realizó sus estudios universitarios en la Universidad de Costa Rica y desde su egreso ha dedicado su tiempo y esfuerzo a la Educación Secundaria, a la familia y al desarrollo personal. Ha tenido la oportunidad de enseñar Biología, como ciencia pura, a estudiantes de Secundaria en todos los niveles, integrándola con trabajo de campo por diversas zonas de Costa Rica. 

Desde el 2010 ha trabajado con jóvenes talentos para la preparación en competencias académicas nacionales e internacionales exigiéndose una actualización constante en los últimos avances de la ciencia. No puede dejar de mencionar el haber llegado muy joven a trabajar en el CCB; donde se le dió la oportunidad de crecer con los estudiantes, recorrer Costa Rica acompañada de jóvenes a través de las giras de campo y por supuesto llorar, reír y gritar junto a todos esos estudiantes que le exigieron darlo todo en competencias de alto nivel.  Actualmente, lleva la Coordinación del Departamento de Ciencias del CCB, dirige el Proyecto de Preparación para Olimpiadas Académicas y gestiona Programas de Salud Ambiental. 

Ella considera que la educación es la base del desarrollo de toda nación y defiende la capacidad infinita de aprendizaje de todo joven motivado, al que se le muestre su potencial y valor  a su opinión. Es una profesional altamente orientada al desarrollo de habilidades como el liderazgo, el análisis y las destrezas científicas en los estudiantes. 

Se muestra partidaria del planeamiento estratégico y resolución de problemas, siempre considerando el respeto al medio ambiente; con pasión por la enseñanza de alto rendimiento y las competencias educativas de evaluación externa.

Diana considera que sus mejores habilidades son la observación, el análisis y la solución de problemas, las cuales utiliza y mejora en el día a día; principalmente en la labor docente, ya que le han permitido ser más sensible para reconocer las necesidades de sus estudiantes. El haber estudiado Biología le desarrolló la capacidad de observación no solo de lo evidente, sino también a preguntarse qué hay detrás de una determinada conducta. Sus estudiantes le han enseñado como hacer de las clases una experiencia de comunicación mutua. 

“La vida nos lleva por diferentes caminos y en cada uno de ellos nos topamos con obstáculos que demandan la creación de estrategias para vencerlos, por ello creo que mis habilidades son el fruto de mi experiencia de vida, de mis estudios, y de la convivencia con los estudiantes.”

Sus reconocimientos han venido de la mano con el desempeño de sus estudiantes, ya que gracias a excelentes resultados en pruebas de auditoría externa (Bachillerato y Olimpiadas Académicas) ha recibido reconocimientos por el trabajo realizado.

Diana considera que el valor más importante que ella posee es definitivamente el respeto. A través de su camino, ha procurado que el respeto sea la base en la que se sostiene su vida; el respeto a sí misma, a quienes le rodean y por supuesto a la Madre Naturaleza. La solidaridad y la tenacidad son valores que también suma a su plato del día a día, ya que está segura de que no estaría donde está en ausencia de ellos.

Su mayor inspiración es su hijo. Ve en él a un líder, siempre con sed de conocimiento, preguntando y analizando todo a su alrededor y, como madre, quiere que siempre tenga acceso al conocimiento. Es por ese motivo que hace su trabajo de enseñanza como quiere que lo hagan con su hijo; sencillamente con excelencia, apertura y pasión. 

Su legado sería el respeto a la Naturaleza. Lograr que cada persona internalice la importancia de ser un equipo con el ambiente y no una maquinaria en contra arrasando con todo a su camino. Lo explica de esta manera: “desearía ver mi legado a través del respeto a la vida, a la tierra y al futuro, por eso enseño porque se que la mejor forma de lograr ese respeto por la naturaleza es a través de la enseñanza y del convencimiento, no de la imposición.”